miércoles

Sweet child o' mine

Piensen por un minuto.
Quiero que busquen en sus mentes y que me digan, que nos digan a todos...

¿Qué es con lo que fantaseas? ¿Con la paz mundial? Lo imaginaba...
Fantaseas con la fama internacional.
Fantaseas con poder ganar un premio Pulitzer.
O el premio Nobel de la Paz.
¿Un premio musical de la MTV?
¿Fantaseas con poder conocer a algún genio escondido
aparentemente malo
aunque en el fondo apunto de estallar de noble pasión
y dispuesto a dormir en el lado mojado de la cama?

Las fantasías tienen que ser poco realistas.
Porque en el momento, en el instante en que consigues lo que buscabas...
ya no lo quieres, no puedes quererlo.
Para que el deseo pueda seguir existiendo,
necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes.
No es eso lo que deseas sino la fantasía de eso.
Dicho de otra manera, el deseo sustenta fantasías utópicas.
Así que la lección es, que vivir acorde con tus deseos no te hará feliz,
ser enteramente humano significa esforzarte por vivir de acuerdo con ideas e ideales,
y no evaluar tu vida por lo que hayas obtenido en cuanto a tus deseos,
sino por aquellos breves momentos de integridad con pasión, racionalidad,
incluso de abnegación.
Porque a la larga, la única manera de evaluar la relevancia de nuestra vida,
es valorando la vida de OTROS.

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