miércoles

Es algo sumamente sofisticado, sobre pasa totalmente toda mi enredadera de emociones, a tal grado que el exorcismo es sumamente inevitable.
No importa cual pase por mis manos, no importa que el viento diga una cosa distinta a la que yo quise quiero y voy a querer decir.
Paso la morocha, elegante, seria, casi oficinista, de tono embriagador, que generó y renovó mi entusiasmo y derribo barreras del sonido. De vez en cuando la veo, ella solo promete cosas importantes por mas que la cantidad de gente escasee o simplemente haya sombras.
Ahora me visita la del labial rojo, que me dice a cada paso que recorro por su largo camino, que hay cosas que todavía no conozco pero de alguna manera se manejar. No se cuanto tiempo va a estar, no se si es que quiere estar, pero por el momento, disfrutamos ambos dos de la estadía del otro.
Y esta, ella, la de siempre, la que tiene mas años que las raíces de donde la sacaron. Ahora no la miro, no le hablo, hasta me olvido quien es, pero yo se que abro la puerta, y ella esta, ella siempre esta. No importa como cuando ni donde, ni si quiera importa quien ni que, pero pedirme que deje de admirarlas me dan ganas de cagar a trompadas al que se atreva si quiera a susurrarlo.
Y cada vez que entro en mi estado, entro en mi mundo, incomprendido o no, realmente no tiene tal importancia, solo camino, escuchando a cada una de ellas.. "There is a killer on the road" me dice Morrison, pero no interesa, no me detengo por eso, no me detiene.. "Aint it fun when you know that your gonna die young" me dice Axl, e igualmente, vale la pena, cada momento vale la pena. Y bueno, sea el que sea, siempre es la misma historia, pueden sacarme cualquier cosa, pero no mis oídos, por favor.














Amo a mis guitarras.

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